miércoles, 5 de octubre de 2011

EL RUMOR


Empezaré comunicando a todos mis lectores, la clase de interacción que tuvimos con nuestra profesora Paqui, para tratar el tema del rumor. Paqui, les pidió a los alumnos de clase que le podían acompañar fuera, y una vez la profesora les transmitió la información, llamaron a otros dos compañeros, para transmitirles lo que ellos habían entendido de la noticia.

Así sucesivamente de dos en dos, fuimos saliendo de la clase para recibir “el rumor”. AL final Edu y Ángela, fueron las últimas personas y entraron en clase para, que cada uno, dijera la información que le había llegado. Los resultados fueron sorprendentes, ya que del mensaje total se había transmitido muy poco, o esta deformado.

Analicemos el porque de esta situación:

Definamos el rumor como un comentario o una información no contrastada que se ha lanzado para que otras personas la recojan y se formen una opinión, normalmente incorrecta, sobre dicho comentario.

Como personas que somos, tenemos nuestra impresión y opinión acerca de cualquier acontecimiento que ocurre a nuestro alrededor, y además, nos gusta opinar sobre ello, sentimos la necesidad de hacerlo.

Lógicamente, seamos nosotros el origen del comentario, o bien si nos ha llegado a través de terceras personas y por lo tanto somos parte de un eslabón en la cadena de transmisión del mismo, vamos a hacerlo siempre haciendo hincapié y resaltando el hecho según nuestra propia opinión del mismo, siempre vamos a realizar pequeños o grandes cambios, a veces sin proponerlo, sobre dicha información.

Efectivamente, cuando más grande sea la cadena de transmisión, mayor probabilidad hay que el mensaje final sea lo más distinto posible al inicial, y a veces no tenga nada que ver inicio y final.

Este tipo de distorsiones, no, nos puede ocurrir en nuestro trabajo, ya que podría ocasionar graves problemas, debemos de tener una buena comunicación con los compañeros, escuchar atentamente, como asegurarnos de que la otra persona ha entendido lo que nosotros queremos decir.


Contaba hace poco un famoso humorista en la televisión el siguiente chiste:

Un día el coronel le dice al comandante: "Mañana a las nueve y media habrá un eclipse de sol, hecho que no ocurre todos los días. Que formen los soldados en el patio, en traje de campaña, para presenciar el fenómeno. Yo les daré las explicaciones necesarias. En caso de que llueva, que formen en el gimnasio.

"A sus órdenes mi coronel."

El comandante da la orden al capitán y le dice: "Por orden del señor coronel, mañana, a las nueve y media, habrá un eclipse de sol. Según el señor coronel si llueve no se verá nada al aire libre; entonces, en traje de campaña, el eclipse tendrá lugar en el gimnasio, hecho que no ocurre todos los días."

"A sus órdenes mi comandante."

Y el capitán le dice al teniente: "Por orden del señor coronel, mañana, a las nueve y media, inauguración del eclipse de sol en el gimnasio. El señor coronel dará las órdenes oportunas de si debe llover, hecho que no ocurre todos los días. Si hace buen tiempo, el eclipse tendrá lugar en el patio."

"A sus órdenes mi capitán."

Más tarde, el teniente le dice al sargento: "Mañana, a las nueve y media, por orden del señor coronel, lloverá en el patio del cuartel. El señor coronel, en traje de campaña, dará las órdenes en el gimnasio para que el eclipse se celebre en el patio."

"A sus órdenes mi teniente."

Seguidamente, el sargento le dice al cabo: "Mañana, a las nueve y media, tendrá lugar el eclipse del señor coronel en traje de campaña por efecto del sol. Si llueve en el gimnasio, hecho que no ocurre todos los días, se saldrá al patio.

"A sus órdenes mi sargento."

Finalmente, el cabo se dirige a los soldados: "Mañana, a eso de las nueve y media, parece ser que el sol eclipsará al señor coronel en el gimnasio. Lástima que esto no ocurra todos los días."

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